Existen numerosas situaciones en las que se puede solicitar la rescisión de un contrato por problemas originados por el ruido. Estos son los más frecuentes con los que nos hemos encontrado a lo largo de los años.

• Inquilinos que al ocupar la vivienda se encuentran con un problema de ruido que afecta a toda o a parte de la vivienda. Por ejemplo un local debajo de su casa que transmite un nivel de ruido inaceptable, la existencia de una máquina comunitaria (bomba de presión, ascensor, puerta de garaje) que imposibilita dormir o estar en una habitación o la presencia de vecinos con comportamientos incívicos continuados. Estos vicios ocultos el contenido de la Ley de Arrendamientos Urbanos en relación  a estos aspectos pueden ser suficiente para rescindir un contrato de alquiler.
• Arrendadores de oficinas que se encuentran con un inquilino cuya actividad molesta al resto.
• Arrendatarios de locales que los alquilan con una determinada licencia y descubren que el aislamiento acústico es insuficiente para la actividad que quieren desarrollar.

En los tres supuestos es conveniente seguir los pasos habituales para denunciar un problema de ruido.
Para rescindir el contrato finalmente será necesario demostrar que existe un problema de ruido mediante una peritación acústica que incluya mediciones del ruido existente y de la intensidad del mismo.
En los 2 primeros se debe probar fehacientemente que existe un ruido más elevado del permitido por las ordenanzas municipales en el interior de la vivienda o en las oficinas colindantes.
En el tercero lo que se debe demostrar es que el aislamiento acústico del local no es el suficiente como para desarrollar la actividad para la que se ha alquilado. Para ellos se suelen realizar mediciones de aislamiento acústico.

Si precisa asesoramiento legal o una peritación técnica sobre ruido para rescindir un contrato de alquiler contacte con nosotros. Le atenderemos personalizadamente y le prepararemos un presupuesto sin compromiso alguno.