MEDIDAS CORRECTORAS AMBIENTALES EN REGADÍOS

La escasez de agua hace valorar cada día más este recurso. Nuestros regadíos consumen cantidades ingentes de agua. Existen dos vertientes en las que este elemento debe de ser considerado.

Aunque cada caso concreto requiere de medidas específicas,  existen algunas que se repiten en casi cualquier proyecto de regadío.

En lo referente al paisaje y el mantenimiento de la fauna autóctona, el mantenimiento de los linderos permite que estos espacios sean utilizados como refugios de vegetación y fauna. Esto permite también minimizar el impacto paisajístico que pueden producir extensiones amplias transformadas en regadío.

La elección de elementos enterrados permite también integrar estos proyectos más adecuadamente en el paisaje.

El tendido de líneas eléctricas que dan servicio a los pozos debe de seguirse, de igual forma, con criterios estéticos y de protección de la fauna.

La elección de especies que consuman menos agua o permitan el riego localizado es un factor que disminuye el consumo de agua y minimiza el impacto sobre el medio ambiente.

El correcto dimensionamiento de las redes de riego y su periódico mantenimiento evitan pérdidas innecesarias de este elemento tan preciado.

Durante el funcionamiento una gestión correcta de los residuos vegetales generados, ya sea como abono o biocombustible, permite crear un círculo más eficiente desde el punto de vista ecológico.

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